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MI VIDA SIN NADIE MÁS

Un travesti y un hombre maduro conversan en una cafetería fumando como carreteros. Esta conversación se va ilustrando con los pasajes de la historia que viene a continuación.

Sagrario (Candela Peña) es una joven de pueblo manchego que se ve obligada a irse a vivir a la gran ciudad por la vergüenza de haber quedado embarazada una noche de un cantante de orquesta con pajarita (Carmelo Gómez) que no volvió a ver.

Allí comparte piso (decorado a lo Kisch) con un gallego travesti (Javier Cámara) con acento muy marcado que, de vez en cuando, ayuda económicamente a Sagrario mientras que ésta limpia escaleras. El hijo de Sagrario nace y se llama Bernardo. Sagrario se degrada: se ha dado a la coca y la prostitución es su nuevo medio de vida. Por este medio inicia una relación con un chulo-policía con muy mala hostia (Pepe Sancho) que la trata como el culo. En una escena en la que el gallego se mete en una trifulca entre la pareja para defender a Sagrario, el chulo-policía le mete un balazo entre ceja y ceja. Bernardo (el niño de El Bola) lo presencia todo con el consiguiente trauma infantil. Sagrario se suicida del modo más absurdo que se os ocurra.
Salto del tiempo. Bernardo (ahora Fele Martínez) ha seguido la estela del difunto gallego travesti, se ha puesto senos y hace pases de top-less en una sala de fiestas. Una noche, desde el escenario (cámara boca-abajo pues está haciendo una contorsión en la barra vertical) cree reconocer al chulo-policía. En una escena de sexo duro posterior Bernardo asfixia a Pepe Sancho para vengarse. Es detenido y encarcelado en el módulo de hombres, a pesar de tener senos. Allí reconoce a su padre, el cantante de orquesta con pajarita, cumpliendo condena por tráfico de drogas, pero aún no le cuenta que es hijo suyo.

Ángela Molina (aparición estelar) se presenta en la cárcel como una hermana pueblerina de Sagrario, que va a anunciar a Bernardo que ha recibido una herencia incalculable de un tío de la aldea que ha fallecido sin herederos. Bernardo logra salir de la cárcel gracias a su nuevo abogado de prestigio (Resines), cambia de sexo, saca a su padre del truño, y se mete a pintora de brocha fina.

Le cuenta toda la historia al recién encontrado padre en una cafetería.

Guión escrito por Romualda Laprisci

1 comentario

Romualda -

He releído la historia, y creo que se dice "trullo" y no "truño".